miércoles, 22 de abril de 2020

No me agradaba asistir al colegio


Porque no me gustaba ir al colegio, porque me obligaban a hacer cosas que no me agradaba, ponían limites a mi creatividad, me infundían miedo, me amenazaban, me impedían ser rebelde, preguntón, curioso, observador, estar conectado con mi interior, me obligaron a competir con los otros, no importando ser desleal, individualista o pisotear al compañero.
La escuela es lo peor para un estudiante que quiere desplegar su iniciativa, un simple programa educativo formulado por un administrativo o alguien que nunca enseñó, esteriliza toda la potencia que el individuo posee para ser una fortaleza cognitiva.
La escuela es una simple guardería, una penitenciaria, una cárcel, donde van los chicos para que no estén jodiendo en casa, la escuela te corta las alas, te frena, te pone lento, sumiso, obediente y conformista, te quita la libertad, te convierte en persona dependiente de las otras personas, sacrifica tu libertad bien entendida.
Saliendo de la escuela prometí no agarrar más un libro, llegué a odiar la lectura porque me obligaban a memorizar las fechas, nombres, capítulos de odiseas y mitologías que no tenían aplicación práctica ni procedimental, yo quería aprender algo que me sirva.
Yo quería que me ayuden a conocerme, a desarrollar mi autoconocimiento, a desarrollar mis emociones, aprender a utilizar las herramientas que me permitan desarrollar mi propio destino, ser autor de mi futuro, ser sociable e independiente.
Ahora que estamos amenazados por una pandemia, les digo a los estudiantes que se quedarán en casa que aprovechen esta gran oportunidad de ser dueños de su desarrollo intelectual, si no son fuertes en un área, impulsen el área que más les gusta, no se detengan en algo que les resulta tedioso, generen y potencien su propia educación mediante las tecnologías informáticas, no se distraigan ni se aburran, construyan su propia conducta y respeto a los demás, pues aprender en casa es más delicioso que asistir a la escuela arcaica, desfasada en el tiempo y estresada.

La vida personal de Napoleón


Estoy leyendo la vida personal de Napoleón Bonaparte, auto coronado Emperador de Francia, llevado por el ímpetu de haber estudiado al detalle sus maniobras militares, pero encuentro que el más grande estratega de todos los tiempos, era pendejísimo, arribista y convenido. Era más Italiano que Francés, tenía una madre recontra ambiciosa que lo trató con dureza en su infancia, se casó con Josefina quien era una viuda de un general, Josefina era ambiciosa, bellísima y bien relacionada, este matrimonio le sirvió para tener llegada a los altos niveles políticos y militares, aparte de esto, Josefina era jugadora o infiel, casó a su hermana Carolina con Murat Jefe del Ejército, casó a Hortensia hija de Josefina con su hermano Luis, a sus hermanas Elisa y Paulina las casó con gente la nobleza.  Apoyado por su hermano Luciano, quien era presidente del Congreso de los 500 conspiró y ejecutó el golpe de estado del 18 de Brumario, por recomendación de un general amante de su mujer Josefina fue nombrado para la campaña de Italia, aparte que era cruel, indolente y mitómano, se aprovechaba de los que lo apoyaban y luego los descartaba o mandaba asesinar, para cumplir sus objetivos pasaba encima de lo que sea, sacrificando miles de vidas, nombró a sus perturbados mentales y alcohólicos hermanos  como gobernantes y reyes de los territorios conquistados. Moraleja, en estos tiempos de los coronavirus para ser grande tienes que ser una caquita.